Doble ruptura y un viento helado
Madre:
En la esquina hay un dolor apagado
que alza su voz y los pájaros vuelan asustados:
los diarios parecen olvidar mis penas.
En las paredes se reflejan sombras del catecismo.
No es sábado tampoco domingo:
la televisión se ha comido a los niños.
Las ventanas se han escapado con los cristales abiertos
y el dolor sigue en la esquina plateada con sal.
Mucho humo ha deformado las líneas del techo
Que ahora parece un avión bombardero.
Madre, vas a votar?