LA PREGUNTA
Me pregunto porque no está aquí.
Porqué salió sin decir nada y con el pelo suelto.
En la mesa quedó la Biblia abierta junto al pastel
que cociné apenas en la mañana.
Desperté al momento en que el carro chocó
contra una patrulla.
El cura vino como todos los días
y repitió el sermón del día anterior.
En la banqueta había un periódico maltratado
La muchedumbre se peleó la sección deportiva
aunque un autobús se pasó el alto, que pena,
me hizo recordar a mi tía Josefa.
El sol se enfureció tanto que las calles se emborracharon.
No es prudente recordar las reglas de urbanidad.
Nada es prudente en estos días excepto
jalarse de los cabellos para despertar,
¿será bueno o malo?